sabido es que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. pues sepan que también lo hace la mujer, o al menos algunas de ellas, yo en este caso.
me había pasado en rurre quedarme con apenas algunas monedas, por no preveer la ausencia de cajeros automáticos. en isla de sol era obvio que no habría, dado que ni siquiera hay en copacabana. pero se ve que hice mal los cálculos, supuse que gastaría menos, o que no habría que pagar por ciertas cosas, o que me quedaría menos días acá.
empiezo a hacer cuentas. diez la entrada a las ruinas de pilcokaina, veinte el barco de vuelta con parada en el sur de la isla, veinte el bondi de copa a puno, cuatro una botella de agua para el viaje. cincuenta y cuatro bolivianos hasta llegar a territorio peruano. miro mi billetera, cincuenta y cinco bolivianos con cuarenta centavos. me sobra para comprar un pan y tres bananas. estoy hecha.
martes, enero 06, 2009
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