la calle principal se llama caracoles y a lo largo de sus cinco o seis cuadras donde todos salen(imos) a dar la vuelta al perro, hay 4 tipos de negocios. restaurantes (uno más lindo que otro), cibers, agencias de viaje y, obviamente, locales de "artesanía", en un 99% importada de bolivia. además hay muchas, pero muchas, bicicletas.
hay varias cosas para ver en los alrededores. en un radio entre 3 y 50 km hay geisers, lagunas, montanas, valles y sitios arqueológicos. para todos, lógicamente, hay un tour que te lleva, te trae y te cobra. pero para algo estan las bicis...
alquilar una bici medio dia sale 3000 $, unos 20 pesos. nada mal. confiada en mi cotidiano entrenamiento, elijo una azul lindísima con suspensión. tiene cambios y la verdad es que no se como se usan, podría ser el momento de aprender.

14 km al valle de la luna suena más que factible. el del hostel me previene: la altura, el calor, el sol, las pendientes, el desierto.
a eso de las 2 salgo a "precalentar" y pedaleo 4 arenosos km hasta el pucará de quitor. no es facil, pero tengo resto. antes del gran desafio, vuelvo un rato al hostal, recargo agua y energia.
a las 4 y monedas salgo otra vez. empiezo con pendiente, pero ya casi domino los cambios. ruta, perfecto.
el camino se divide: 8 km al sitio arqueológico tulor, 10 al valle de la luna. se supone que debo llegar ahí al atardecer, tengo tiempo, sale tulor. ripio, ocho de ida, 8 de vuelta y al valle. que suerte que la bici tiene suspensión.
viento en contra. mucho. muchísimo.
sol en contra. pero cada vez menos.
juego una carrera contra el atardecer y tengo todas las de perder.
me lloran los ojos y temo que no es únicamente por culpa del viento. y aunque avanzo poco y nada, avanzo.
un cartel me esperanza, una subida atroz me espanta. dejo la bici,
dejo la ruta. trepo buscando el horizonte: más montañas, más subidas y el sol que se va. la escarcha salada que cubre el suelo se quiebra bajo mis pies.
y de pronto, en la montaña que sigue, diviso humanas figuritas doradas por el último rayo de sol.
emprendo el regreso. todavía me queda pedalear 14 km, en oscuridad creciente.

1 aportes al desconcierto general.:
wow, P! qué loco! me daría miedo :(
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