el sábado fui a yotala, un pueblo a km de sucre. dos plazas, tres iglesias, un teatro, una estación de tren y hasta un río, caprichosamente escondidos en un simpático laberinto de callecitas empedradas.
con ímpetu explorador me metí por unas sendas del otro lado del río. de pronto la huella se disolvía en una escarpada ladera de piedritas sueltas que debía atravesar para retomar la senda junto al río. como indiana jones en busca de la agilidad perdida (si es que alguna vez existió...), me lancé a cruzar el tramposo terreno.
el resultado: variedad de raspones en profundidad y superficie.
volví a las callecitas y me senté en la plaza a mirar la gente pasar. no hay dudas, lo mío es la contemplación.
domingo, noviembre 30, 2008
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1 aportes al desconcierto general.:
jajajajajajajjajajajajaja
psss
no te hagas che...entre el dancing y la bici citadina tas entrenada.
¿mirás por la ventanilla, escuchás música, sacás fotos o hablás con la gente? eso para cuando te bajes en la amazonia (wow).
besos!
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