-pequeñas pinceladas sobre el trayecto retiro - tucumán-
a toda máquina avanza la formación, rechinando, domando la herrumbre adormecida en los rieles. el calor se solidifica sobre las pieles formando una masa en contacto con el polvo que entra a raudales por las ventanas. una particular densidad de niños conforma el pasaje. pies descalzos, mocos, galletitas, chillidos, gemidos, berridos cortan la monotonía del traqueteo trenístico. todo es felicidad, todo es expectativa.
pero las máquinas cada tanto se rebelan y un gruñido señala que hasta aquí llegamos. agoreros pronósticos indican que nos detendremos dos horas.
al final no fue tan terrible, no más de 30 minutos, excepto para la señora que se quedo abajo del tren intentando comprar vaya uno a saber qué.
paramos en la mitad del camino. todos bajan como en estampida, corren, se amontonan, se apresuran. el tren se demora más de lo previsto. y ahora sucede lo contrario: todos parados a su lado, expectantes.
al sonido del silbato, obedientes, subimos otra vez a la rugiente lata de sardinas.
cada puerta del pasillo tienen una ventana circular. a cada lado de la ventana, un hombre joven, un hombre viejo. el retrato de dorian gray.
de pronto tengo la extraña sensación de que el tren va para el otro lado, que voy al revés, al contrario de todo, que no voy, que vuelvo, que siempre estoy volviendo.
miércoles, noviembre 12, 2008
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1 aportes al desconcierto general.:
Qué buena sos describiendo Pau!
Rox
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