estoy en la paz por cuarta vez en una serie de visitas intermitentes. esta tarde llegué de coroico y caminé desde villa fátima (una especie de liniers) cuesta abajo hasta sopocachi, la versión paceña de palermo o recoleta.
la ciudad está metida dentro de la cordillera, y cuando el sol cae todas las montañas se tiñe de rosa. en un rato, miles de luces se encenderán sobre las laderas, como gigantescos arboles navideños.
ahora son casi las 8 de una noche demasiado fría para el verano incipiente y me siento en un banco de la plaza abaroa donde cholas con delantal de sirvientas pasean perros ajenos. sin dudas esta es una ciudad de contrastes.
viernes, diciembre 12, 2008
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