a veces creo que la diferencia entre lo cotidiano y lo mágico es más sutil de lo que pensamos, y que sólo se trata de encontrar el momento en que esta magia se manifiesta.
el domingo a la tarde descubrí la hora mágica en mi casa. es como a las 6 de la tarde, cuando el sol da de costadete y entra de refilón por la ventana.... resulta que ahí colgué una de esas bolitas de cristal (bueh... intención de cristal), de esas chinas, y que cuando el sol le pega, se desarma la luz en colores y refleja miles de arcoiris concentrados que bailan por la habitación...
miércoles, febrero 28, 2007
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1 aportes al desconcierto general.:
qque buena onda un hallazgo así un domingo a las 18 !
yo los domingos no veo nada !
solamente películas para no pensar que es domingo
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