En un intento por mejorar mi elegancia, he adquirido una cartera para mis andanzas ciudadanas, en lugar de mi habitual mochila.
y he notado que una cartera más chica no permite llevar un libro, lo cual parecería reforzar la creencia popular que las lindas son tontas (y por extensión, las elegantes).
viernes, febrero 02, 2007
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3 aportes al desconcierto general.:
En mi humilde y cuasi darwiniana opinión, tengo la teoría que las chicas lindas no necesitan de la inteligencia, la simpatía u otras habilidades o para esta lucha por la supervivencia del más apto.
Es por ello que dejan todo librado a una sonrisita, un pantalón ajustado, o una caída de bretel para lograr sus objetivos.
Finalmente, el tiempo las iguala con el resto de las mujeres, o en su defecto las convierte en clones de Liz Fassi Lavalle.
Por mi parte, no creo que la elegancia se relacione directamente con la belleza o la inteligencia.
Yo tengo otra corriente de pensamiento.
Creo que la belleza es inevitable.
Y de algún modo, creo que la belleza surge por entre las capas innecesarias de maquillaje y debajo de cualquier tipo de ropa.
Me parece que lo que llaman elegancia entorpece la belleza.
Y me parece, también, que hay una belleza que lastima el ojo y otra belleza que atraviesa el cráneo con empecinamiento canino hacia las partes menos iluminadas dentro de uno.
Y, ya que estamos, me parece que la que escribe este blog debiera preocuparse poco y nada por la moda y dedicar más tiempo a seguir cautivándonos con sus inquietudes.
ahhhhhhhhhh
(la que escribe este blog se derritió)
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