la playa, si bien aún con huellas del aluvión humano dominical, estaba esta mañana hermosa, soleada y casi desierta.
o sea, no es que no me gusten las personas... el problema es cuando vienen de a muchos.
.:en este capítulo: del otro lado del charco:.
digamos que un día dejé todo y me fui de viaje.
ahora vivo en un pueblito costero de 300 habitantes. retiro espiritual.
0 aportes al desconcierto general.:
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