lunes, mayo 21, 2007
efectos colaterales
me dispongo a limpiar mi casa, que buena falta le hacía. ordeno papeles, lavo ropa, barro, limpio el baño. con fruición lustro la grifería de la pileta: brilla hermosamente. froto esmeradamente el inodoro con la escobita creando una ola de espuma azul: inmaculado. y ahora es el turno del bidet. friego dedicada, con la esponja que no raya, con el producto que no raya. estoy muy comprometida con la tarea. tanto que mientras repaso con devoción la canilla, sin preverlo, desato un chorro poderoso y certero, un misil de agua que se descarga directo en mi pupila. el lavado de ojo me llega hasta la nuca (todavía estoy pestañeando).
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2 aportes al desconcierto general.:
me ha pasado con un bidet.... fue una experiencia lamentable, por suerte estaba sola y nadie pudo reirse de mí. solamente yo misma.
la proxima vez : antiparras !
¡Pero pobre Pe, otra vez! :-(
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