martes, julio 20, 2010

lost in translation


cad vez que queremos ir de un lugar a otro, sabemos que nos esperan unas cuantas combinaciones.
de del verde arrocero de ping'an queremos ir a feng huang, bastante más grande y más turístico, pero promete techitos terminados hacia arriba y callecitas antiguas. salimos de ping'an no muy temprano, el bus sale a la una recién, calmadamente, bajo una garúa fina, bajamos la cuesta que tanto costó subir con las mochilas hasta el estacionamiento, el punto donde pueden llegar los autos, y justamente donde se toman los buses. pareciera que es mucho más simple bajar que subir, y sin dudas es así para nuestra capacidad aérobica, pero las patitas dolerán mañana, lo sé.
a la una tomamos el bus a no sabemos muy bien donde, pero donde podemos tomar otro bus para ir a otra ciudad donde podremos tomar otro bus para llegar a algún lado.
la primera combineta nos sale joya, las gentes nos ayudan, el mismo chofer nos indica cual es el próximo bus a tomar. dos horas después de subir bajamos de uno, subimos al otro, tres horas más hasta una nueva terminal de nombre desconocido. van en este bus y bajan en esta terminal dos muchachitos chinos con mochilas, más viajeros que turistas, uno de ellos habla inglés, resulta que ellos también van a fenghuang. ya son las 5 pm, todos compramos boletos para el mismo lugar, que nosotros creemos que es feng huang, pero parece que no.
once pm estamos en una terminal que más bien parece un estacionamiento desolado, hay dos o tres taxistas que nos miran con colmillos afilados a la voz de "lo wai" o algo así que quiere decir gringo. es gracioso encontrar en cada lenguaje un apelativo diferente para lo mismo, que es a su vez distinto en cada lugar. la ciudad es nada parecido a lo que pensamos que sería: hay edificios cuadrados y horrpilantes por doquier. hay un río y otro también en nuestro mapa, pero nada que parezca similar, nada que pueda ser tomado como referencia. nuestros nuevos amigos piden instrucciones, hay unos hoteles cruzando el puente, muchas opciones no tenemos, bastante suerte nos ha tocado de tener cómplices chinos en este tramo.
apenas pasado el puente hay una esquina iluminada, un par de restaurantes mugrientos con mesas en la calle y otros tantos puestos, algunos taxis, motos, fauna nocturna. wang, así se llama nuestro intérprete, hace las averiguaciones del caso, encontramos un hotel que nos queda caro, nos mandan a otro, pegadito nomás, la entrada es a través de unos de los restaurantes de mala muerte que habíamos visto desde el puente, comprobamos que no sólo era la pinta, subimos una escalera tan herrumbrosa y sucia que tememos ver lo que nos espera, el cuarto es un asco sin dudas, compite seriamente el primer puesto entre los peores en los que he estado. es una noche nomás, mañana será otro día, no es posible ponerse en exquisito a estas horas, jonathan me dice que si no quiero vomitar me abstenga de usar el baño, aunque son las 12 y estamos fundidos salimos a caminar un rato porque el ambiente es de verdad deprimente, caminamos 6 ó 7 cuadras por la avenida, hay cabarulos y lugares de juego, a los chinos les encanta apostar. estamos como en una especie de mini constitución aunque menos encimado, y aunque sórdido, el paisaje no es amenzante. compramos unos helados de palito y nos sentamos a tomar el fresco de la noche en la vereda antes de encerrarnos en el cuarto.
amanecemos espabilados por los ruidos de la avenida, nuestros amigos en la habitación de al lado ya han hecho la inteligencia pertinente, resulta que esto no es feng huang, tenemos que tomar un bus urbano para ir a otra terminal de buses, y ahí, recién ahí tomar un bus a feng huang, unas 3 ó 4 horas más.
en la espera, wang toca la armónica, me habla de música y poesía, me nombra a piazzolla y a borges, me dice con cierta vergüenza que nunca se olvidará de nosostros, somos los primeros extranjeros con lo que ha hablado en su vida. que sería de nosotros sin ellos, me pregunto, todavía estaríamos en el estacionamiento de la noche anterior.

1 aportes al desconcierto general.:

Anónimo | 31 julio, 2010 16:17

Huich... Cuidado con el tema baño, que parece ser constante... No hay Feng Shui (chino) que valga...