quiero ir a ooty a tomar el tren miniatura que va entre las montañas. el camino desde mysore es una delicia: verde, verde, verde, pasa por dos o tres reservas naturales y trepa hasta los 2200 metros. james va en la ventanilla, yo pido permiso para sentarme en los escalones de la puerta del bondi y ahí viajo con una vista privilegiada. las montañas están tapizadas de plantas de té; cada tanto se ve un grupo de mujeres con bolsas en la espalda, cosechando.
ooty es chiquito y no hay gran cosa para ver, la gracia está en los alrededores y fundamentalmente en el tren. pero al llegar descubrimos que hace tres semanas hubo un deslizamiento de tierra y el trencito no funciona. el trayecto se puede hacer igual pero en bus, lo cual no es tan pintoresco pero sirve.
tenemos que ir a coimbatore (paso obligado en el camino a kochi, que es la próxima parada), pero como también la ruta está cortada, no hay bus directo. nos espera un viaje largo.
como a las dos de la tarde subimos al primero. desconocemos el destino final, pero sabemos que queda en el camino. en medio de la montaña el bondi se para, todos se bajan y el bus da la vuelta. los pasajeros caminan siguiendo la ruta y ahí está la causa: en vez de una ruta, sólo queda media. cuando la media ruta vuelve a ser ruta entera, hay otra terminal improvisada de buses; 5 minutos se convierten en más de media hora de espera para enganchar el que va directo a coimbatore. dos horas de viaje después, serpenteando entre montañas verdes de té, el bus se para. dicen algo, los pasajeros se bajan. nosotros sabemos que no es coimbatore, pero no qué pasa. el bus está roto, a esperar otro que vendrá lleno y quedan como 4 horas de recorrido. pasa uno y no hay lugar, pasa media hora y no pasa nada.
viene un bus a mettupalayam, que también está en el camino. lo tomamos? se va. el próximo será, mientras se hace de noche. parados en el bus, otras dos horas se pasan. la cara de james no es de felicidad, no. llegamos a mettupalayam, a buscar otro bus a coimbatore.
música al palo, bocinas alucinantes, el horno no está para bollos. otra hora, terminal de bus de coimbatore, queremos, ¿queremos? ir en tren a kochi, otro bus local a la estación, no hay pasajes en sleeper class, el último bus sale a las 10.30, son las 9.30, yo no quería ir en tren, el bus tarda 3 horas y no quiero llegar a la 1 am, no vamos a poder viajar ni sentados, no vamos a conseguir alojamiento tan tarde, entonces vos tomate el tren que yo me voy en bus.
me quedo en la estación de tren, me compro un boleto en clase común. y a las 6 de la mañana me despierto en kochi.
viernes, noviembre 27, 2009
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4 aportes al desconcierto general.:
Guau que mágico debe haber sido todo eso! Fotos???
tenemos!
pase por acá: www.picasaweb.google.com/pdepli
y además, yami, le quería decir muchas gracias por sus comentarios anteriores... vuelva cuando quiera!
Me pareció muy sensata la decisión q tomaste al finalizar tu crónica. ¿Q pasó con James, lo volviste a encontrar?
Recomiendo a todos los que visitan tu blog que lean tus relatos de 2006/7 cuando te estabas "entrenando" en los subtes de Baires, el San Vicente en sus diferentes ramales y en los viajes del Roca en las horas pico para sobrellevar tu deambular por esos pagos (te debe parecer viajar en un bus escolar, no?)
Maravillosas las fotos, que paisajes y que rostros tan particulares y exóticamente bellos
Muchas de nadas a usted!!! jajaja
Las fotos son de no creer, por momentos tuve que chequear dos veces para ver si eran pinturas o verdaderamente eran fotos!!! que fantásticos esos colores... y todos esos templos de arquitecturas imposibles... y la gente con esos ojos enormes y tan expresivos!
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