con todos los nervios previos a la presentación y muy poco sueño encima, voy al supermercado. el cajero que me atiende tiene cara de cansado, y no es para menos. afuera hay un sol radiante y el pobre está sentado en esa caja, con su camisa roja, esperando monedas de 10 centavos.
yo suelo hablar hasta con las piedras, imagínense que los cajeros no son la excepción. así que le digo que no se aflija, que el día está precioso y que seguramente saldrá pronto. para rematar mi convincente argumentación, afirmo: "además, ¡hoy es viernes!"
me mira con cara extraña. un silencio mínimo se genera, que el flaco quiebra con tono lapidario: "hoy es martes".
en mi tapergüer pasan cosas extrañas.
jueves, diciembre 20, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
6 aportes al desconcierto general.:
Jajajajaa. ¡¡¡¡Un premio para la colgada del añoooo!!!!
me encantó el blog, me voy a ver los otros!!
saludos!!
Qué maldad la del cajero al no seguir chascarrillando un poco!
Y eso que no vio mi tupegüer!
Felíz navidad y buena vida.
pe! me mude nuevamente, en realidad mi casa-caracol cambió de nombre por motivos un poco adolescentes.
quiero librito! cómo hacemos?
jaja!!
super hermetico tupperware!!
ademas, ese supermercado no abre los fines de semana??
fELÍZ Año... el próximo. Tb el que termina
Salu2
Publicar un comentario