pedalee muchísimo y recorrí un montón, pero extrañé horrores mi propia bici y la generosa amplitud de su asiento. si algo me quedaba de virginidad, lo perdí esta tarde.

.:en este capítulo: del otro lado del charco:.
digamos que un día dejé todo y me fui de viaje.
ahora vivo en un pueblito costero de 300 habitantes. retiro espiritual.
0 aportes al desconcierto general.:
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