miércoles, marzo 31, 2010

this is the end

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vaivén

este viaje termina
y recién empieza
eterno movimiento de los viajeros

que la despedida no opaque
lo brillante del encuentro


esto lo escribi hace ya tres años y lo releí esta tarde, cuando casi por casualidad un ejemplar de pequeño jardín regresó a mis manos. a veces me averguenzo y otras me desconozco cuando me leo, y en este caso, la primera frase quedó rebotando en el calor anestesico de calcuta.
este viaje se termina, si, porque ya el plan no es que era (si es que en algun momento hubo alguno mas o menos preciso), porque mañana vuelo a tailandia y porque de algun modo preciso ponerle punto final a esta etapa. a estos casi nueve meses intensos, ruidosos, coloridos, caoticos.

nueve meses. hace algunos minutos nada mas recibi un mail de buenos aires, confirmando que una mas de mis amigas esta embarazada, y ya es la cuarta, (la cuarta!)
en nueve meses, habra del otro lado del mundo, cuatro bebes recien nacidos. de este lado, la recien parida soy yo.

lunes, marzo 29, 2010

siesta

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una brisa caliente de árboles en celo delata la precocidad de esta primavera que ya quiere ser verano. hace un calor insolente en la tarde del domingo en lucknow.
nada hay para hacer. las calles parecen estar vacías. cual bellas durmientes, los rickshaw wallas esperan un pasajero que los despierte del ensueño.

más fotos, acá.


lunes, marzo 22, 2010

Your Kolkata - Bangkok one-way flight is confirmed.

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eso dice el email que recibi hace dos minutos.
es oficial: el 1 de abril me voy a bangkok.

sábado, marzo 20, 2010

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la ruta. las montañas. el viento en la cara.
camiones, autos y camionetas.
vamos a kashmir a dedo. o lo intentamos.

viernes, marzo 19, 2010

cambio de planes

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ayer a la noche, desde mi habitación en musoorie, resolví todo: mañana me voy a rishikesh por dos o tres días, después haridwar por 3 o 4, un día en lucknow para cortar el viaje a bodhagaya, y de ahí a calcuta a tomar el avión para bangkok. antes de fin de mes estoy fuera de india. perfecto.
todavía despierta, suena un mensaje en el móvil: estamos en dehradun, nos encontramos?
son Puneet, de Delhi que vivió en españa, y Taylor, un canadiense que conocí en Jaisalmer que viene haciendo dedo desde italia, ambos de cs.
esta mañana bajé de musoorie a dehradun, una hora en bus nomás, y los encontré.
ahora me están esperando afuera del ciber, nos vamos a viajar unos días juntos a dedo.

lunes, marzo 15, 2010

aprender a volar

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como a las 10 de la mañana llegué cansadísima a Manali, al norte de la India, desde Chandigarh. Bueh, en realidad salí de Delhi a las 3 y algo, fui a Chandigarh, justo antes de las 10 pm me encontré con el CS que me alojó antes ahí para que me diera la toalla que me dejé olvidada hace 5 meses, nos tomamos un café en la Indian Coffe House y me tomé otro bondi a Manali. Dramático cambio climático y topográfico, acá, a más de 2000 metros de altura, hace frío y los picos que custodian el valle están cubiertos de nieve.
Tras deambular un rato encontré hotel tipo mediodía y me quedé dormida.
Soné que estaba en un lugar muy parecido al hotel donde estuve el último mes en Jaisalmer, en la terraza y bajaba a buscar algo al cuarto. Cuando me acercaba, algo se movió dentro de la habitación y se cerró la puerta; del lado de afuera había una nena de unos 4 años. Le pregunté quién estaba en el cuarto, a lo que me respondió inocentemente "Una columna". Después no me acuerdo bien que pasó, pero sí recuerdo que en vez de regresar a la terraza por la escalera, extendí las manos hacia adelante y volé. No recuerdo haber soñado nunca antes con volar. El tema es que el sueño era muy real, y me dió miedo! Entonces pensé que no era bueno, que me podía caer e instaneámente aterricé como si bajara con un paracaídas, pero muy suavemente.
A la tarde fui a chequear mi correo y Ka, la reina que me lleva el tema de los pasajes, me había respondido un mail, ratificando que mi pasaje Delhi Londres estaba cancelado y que mi vuelo de regreso a Argentina no se puede cambiar más allá de junio. Parece que no es momento de volar...

domingo, marzo 14, 2010

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el estruendo del despegue es lo único que delata la cercanía del aeropuerto. el cielo de la noche es espeso en delhi: no es azul, ni gris, ni negro, sino un negro arratonado, deslucido, como desteñido.
estoy de vuelta en delhi, de vuelta en dwarka 22, de vuelta tras más de 8 meses dando vueltas por la india. me da risa recordar mis primeros días acá, recién llegada y aterrorizada por el caos, la gente, las miradas, el ruido, el tráfico, los olores, los colores, los sonidos que hoy me son tan familiares.
volví a delhi a cancelar el pasaje que dice que en tres días estaré en londres. estoy de vuelta, pero no vuelvo.

viernes, marzo 05, 2010

casi famosa

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-qué se siente no estar en jaisalmer?- me preguntó josie, la australiana que conocí en amritapuri en noviembre y que reencontré en Jaisalmer, en el bus camino a pushkar.
-anonimato!- respondí instantáneamente. ni una cara conocida, nadie llamándome en la calle, ni una oferta de chai.
tras una noche en tren, llegamos a ajmer y desde ahí serpenteamos una hora entre monos y montañas hasta llegar a pushkar. y antes de poner un pie en la tierra una voz me recibe al grito de "argentina!".
mi fama ha trascendido las fronteras...

lunes, marzo 01, 2010

perros de la calle

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los indios en general no tienen mascotas. obvio que hay perros y gatos acá, pero excepto en las grandes ciudades, donde es posible ver algún perro con correa, la mayoría de los canes son como los de tarantino: de la calle.
ayer a la noche, justo en la previa de la celebración de holi -una de las festividades hindúes más grandes, versión del carnaval donde se tiran agua y polvo de colores-, cuando iba a visitar a fuli, me mordió un perro. no mucho, lo suficiente para desgarrar mi pantalón de ínfima calidad y hacerme dos agujeros en la pierna, justo detrás de la rodilla. avisé a fuli y flia que no iba a poder quedarme y me fui al hotel de enfrente, a cuyos dueños conozco, en busca de alcohol o algún desinfectante.
-tenemos whisky, me respondieron. pero enseguida dos motos se pusieron en marcha y me llevaron al hospital. como ir al hospital en nochebuena.
me dieron la antitetánica y la antirrábica y me recomendaron antibiótico y desinfectante, condimentados con las quejas de algunos locales que protestaron porque me atendieron más rápido.
me llevaron de vuelta al hotel (uno de los más lindos de jaisalmer, lo inauguraron durante mi estadía anterior), me invitaron una cena impecable en el restaurant de la terraza y me llevaron hasta mi hotel dentro del fuerte. unos amores.
esta mañana, desde las 8, afuera los brahmanes en la calle tirándose montañas de polvo de colores, cantando. yo, cansada como pocas veces, inexplicablemente melancólica, no tan dolorida como agotada.
cuando pasó la fiebre del color (y el calor, que ya empieza a notarse) tomé fuerzas y salí a la calle, todos los negocios cerrados, en las calles los restos del festejo que más bien se parecía a una batalla. exactamente como yo me siento. soy jaisalmer!