viernes, julio 04, 2008

you give me fever


tres días de nada. no escribir no leer no chatear no comer no nada.
yo, que petulantemente me había adueñado del discurso yo-no-me-enfermo-nunca, sucumbí. el miércoles me sentía algo afiebrada, pero no le dí mayor entidad. quién no se siente así en invierno?
el jueves, de visita en casa de kika, la sensación no cedía.
-me prestás el termometro?
el admíniculo marca 37.7. no es para tanto, claro que no.
y mientras el jueves se hacía viernes, comenzó el infierno.
en vano los cócteles (a los cuales soy bastante reacia de por sí) de ibuprofeno, pseudoefedrina, paracetamol. en vano los litros de té con jengibre y miel.
fiebre, fiebre, fiebre. el termómetro hace su propia escalera a la fama.
el sábado a la madrugada, entre pesadillas delirantes, creo que hubo una fiesta con mariachis al lado de mi casa.
el domingo, ya desahuciada, vino el médico.
me tomó la fiebre: 39.8. cuando me vió la garganta, reculó. y ahí nomás me enterró un inyectable y me endilgó un antibiótico de esos heavy metal.
en fin, dos días más en casa y de vuelta al mundo exterior.

ahora, además de una tos de perro, un oído tapado y mocos como para satisfacer la demanda del mercado interno y externo por los próximos tres años, tengo un montón de cosas atrasadas para postear, y para variar, diré que lo iré haciendo en los días subsiguientes. o no.

1 aportes al desconcierto general.:

Anónimo | 05 julio, 2008 15:46

Estimada P.

Tiene que darle más importancia a esas señales indicando que viene la peste, la fiebre alta no es buena, y no es por ser alarmista pero esas afecciones no tratadas debidamente y a tiempo pueden traer cola.

Cuídese mucho.

Saludos.