estoy con la bici, corrientes y callao a las 6 pm. mientras espero que corte el semáforo, el flaco me ofrece una hecho en buenos aires. le digo que no esta vez, que gracias, sonrío. él agradece la sonrisa y me dice que cuando uno sonríe hace un bien doble: al otro y a uno mismo, como una caricia al alma.
le explico que no puedo evitarlo, que no concibo otro modo de estar en el mundo.
entonces él se acerca, me da la mano y me dice que no todos los días se cruza con una princesa. sonrío más aún, agradezco otra vez, corta el semáforo, pedaleo sonriendo.
martes, abril 29, 2008
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5 aportes al desconcierto general.:
Que lindo! Me encanta tu actitud. Yo tb siempre sonrío, algunas veces a la gente de mi barrio (Palermo) le sonrío igual aunque sean antipáticos. Pero definitivamente a la gente de mis otros barrios (Fiorito, Budge, Villa Albertina)les sonrío y se transmite mucho en esas sonrisas. Igual nada se compara a las sonrisas + besos + abrazos de mis alumnos, aunque a veces vengan con piojos. je.
La princesa está sonriendo
¿qué tendrá la princesa?
con su alegría andariega
con sus labios de mariposa fresa
con su boca de cereza inquieta.
Me enamoré! Corrientes y Callao dijiste?
coincido con lo de arriba.
voy a pararme por ahi miles de hs.
quizas consigo sonreir interminables minutos.
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