diez días pasaron desde que desapareció la bici y ni noticias, aunque tampoco las busqué. pero era demasiado raro que se la hubieran afanado, siendo la cicla en cuestión una de las peores que me han tocado. y no es que fuera muy vieja, pero ostentaba una calidad ínfima, valuada en 150 yuanes en wall mart.
diez días después fui al mismo super otra vez, y antes de salir se me dió por preguntar. una chica hablaba un poco de inglés, entendió lo que había pasado, me acompañó afuera. le mostré donde había estacionado la bici, me confirmó que ahí no se podía. habló con un tipo de seguridad y me mandó con él. dimos media vuelta a la manzana y recorrimos un estacionamiento para bicis y luego otro, nada. caminamos hasta la próxima esquina, un nuevo estacionamiento de bicis, un montón de bicis herrumbrosas apiladas una junto a la otra y ahí estaba, gris y chueca, la bici que me habían prestado.
fui corriendo a la casa de mi host (que ya no me aloja más por el momento), busqué la llave del candado, pagué 15 yuanes por el parking correspondiente a 10 días y me fui pedaleando.
sábado, octubre 23, 2010
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2 aportes al desconcierto general.:
a lo mejor a las que te abandonaron en buenos aires les paso algo asi......
no podria ser?
Pra andar de bicicleta tem que ter moral
Pela estrada vejo tudo não preciso ficar mudo
Falo o que tenho que falar e não me canso de pedalar.
Anémona anónima dijo... Eso de dar media vuelta a la manzana es una frase casi edénica. Puedo imaginarte pedaleando sobre ella... No tomé chevecha ni me agarré un pedalín...
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