miércoles, junio 18, 2008

marchame y decime k

3

al mediodía me escapé de la oficina y me fui a explorar la plaza. aún no había mucha gente, pero la contundencia de la convocatoria (espontánea o no) se olía en el aire (¿o serían los choris?)
más tarde supe de buena fuente que había mucha gente "de a pie", sin banderas ni pancartas. no es que crea que eso esté mal, para nada. sin embargo, estos días me dí cuenta que los que no estamos ni de un lado ni del otro de este maniquísmo absurdo, pero tampoco queremos ver las cosas pasar de largo, no sabemos muy bien donde ponernos. me gustaría decir que no estoy con dios ni con el diablo. aunque sinceramente en este caso, tampoco podría decir quién es quién.


















lunes, junio 16, 2008

el guiso de quién?

4

hace un rato llegué de rosario. humo otra vez en las calles, amenazas de corte en las rutas. y en el obelisco, cacerolas. a quién están apoyando? a quién están criticando?
a quién le cocinan el guiso estas cacerolas?
se vienen mi mente todos los fantasmas del 2001, y me da ganas de llorar. me da miedo. en marzo escribí esto en mi otro blog, pequeño jardín:

enrarecido
victimarios victimizados
despotismo temido
maniqueísmo absurdo

no soy yo
la sorda aquí

desoigo cacerolas
florezco poesías


hoy, pitu me pasó esto, que no sé de quien es, pero quisiera compartirlo con ustedes.

No te oí... En los días del silencio atronador.
No te oí junto a las madres del dolor,
no sonaste ni de lejos, por los chicos, por los viejos... olvidados.
No te oí... Puede ser que ya no estoy oyendo bien,
pero al borde de las rutas de Neuquén,
no te oí mientras mataban por la espalda a mi maestro.
Y entre nuestros cantos desaparecidos
yo jamás oí el sonido de tu tapa resistente,
que resiste comprender que hay tanta gente
que en sus pobres recipientes solo guarda una ilusión.
Cacerola de teflón, volvé al estante,
que la calle es de las ollas militantes...
Con valiente aroma de olla popular.

Cacerola de teflón, a los bazares,
o a sonar con los tambores militares...
Como tantas veces te escuché sonar.
No te oí... Cuando el ruido de las fábricas paró,
cuando abril su mar de lágrimas llenó.
No te oí con los parientes del diciembre adolescente... asfixiado
No te oí... Puede ser que mis oídos oigan mal,
pero no escuché en la exposición rural,
reclamar por el jornal de los peones yerbateros,
por la rentabilidad de los obreros,
por el tiempo venidero, por que venga para todos.
No te oí ni te oiré porque no hay modo
de juntar tu avaro codo, con mi abierto corazón.
Cacerola de teflón, volvé al estante...
De los muebles de las casas elegantes,
que las cocineras te van a extrañar.

Cacerola de teflón, a los bazares...
O a sonar en los conciertos liberales...
Como tantas veces te escuché sonar.
No te oí ... En el puente de Kosteki y Santillán,
no te oí por el ingenio en Tucumán,
no te oí en los desalojos, ni en los barrios inundados ... de este lado.
No te oí... En la esquina de Rosario que estalló
cuando el angel de la bici se cayó...
Y sus ángeles pequeños se quedaron sin comida.
Y jamás te oí en la vida repicar desde acá abajo,
por un joven sin trabajo, a la deriva.
Debe ser que desde arriba, desde los pisos más altos
no se ve nunca el espanto y las heridas.
Cacerola de teflón, volvé al estante...
Yo me quedo en una marcha de estudiantes,
donde vos nunca supiste resonar.

Cacerola de teflón, a los bazares
o a llenarte de los más ricos manjares
que en la calle no se suelen encontrar...
Cacerola de teflón a c...ocinar.


espero que el ruido de las cacerola no nos deje sordos.
ni con el campo, ni con el gobierno. con la democracia.

jueves, junio 12, 2008

pasa en el teatro, pasa en la vida

5

resulta que me fui a pasar el finde a patricios, un pueblo a 260 km al oeste de baires donde habia un festival de teatro comunitario. fuimos con un grupete en una motor home y estuvo más que lindísimo.
el pueblo, hermoso. es super chiquito, tendrá 5x7 cuadras, casas chorizo de ladrillo, de esas con galería; perros amistosos, calles de arena y una estación preciosa por donde el tren no pasa hace muchos años. en ese entonces llegó a tener 6000 habitantes; hoy quedan 600.
quizá porque estaba nublado, quizá por el ocre crujiente de las hojas de plátano que alfombraba todas las calles, de a ratos me parecía estar caminado en una postal sepia. había en el aire un perfume a nostalgia, a lo que fue, a lo que pudo haber sido. patricios tiene algo de dormido, algo de abandonado... y sin embargo su gente tiene una energía tremenda.
a fines de 2002, junto con la concepción del "arte como transformador social", surgió en ellos la idea del teatro comunitario y la compañía Patricios Unido de Pie. hoy está integrada por más de 50 de vecinos-actores, entre 3 meses y 82 años. ¡imagínense que un 10% de la población de Patricios actúa en la obra!
por lo que averigué, son parte del movimiento pueblos que laten, que vincula varios pueblos rurales de la provincia de buenos aires que buscan alternativas para el desarrollo comunitario con prácticas de resistencia colectiva y creativa.
este fin de semana vimos tres obras de teatro: dos de la compañia de patricios y otra del vecino 9 de julio, cabecera del municipio homónimo, además de un grupo de danza del iuna, repartidos en sábado y domingo.
la noche del sábado, tras el teatro y la danza, se armó fiesta popular. cantamos muchiiiiisimo y bailamos ídem!
el domingo, hubo asado y teatro en la mismísima estación de tren, que en septiembre cumplirá 100 años*.
las obras son geniales, conmovedoras, divertidas... con humor y canciones meten el dedo en la llaga: la memoria, la injusticia, la desidia estatal... creo que no fui la única que no sólo lloró y rió a carcajadas, sino que además se quedó pensando en esa realidad tan ajena a la vida en la gran ciudad.
tan a gusto estuve, que el domingo antes de irnos, cuando fuimos a despedirnos a casa de don raúl -87 años, la memoria del pueblo hecha persona, hoy encargado del museo ferroviario-, me olvidé la cartera íntegra con la billetera, el móvil, el dni, la tarjeta de débito, la cámara de fotos... todo! y recién me di cuenta a 100 km de ahí, cuando ya estábamos demasiado lejos como para volver.
no sé si ponerme un cartel de boluda total y embocarme un helado en la frente, o creer que el destino quiere llevarme de regreso a patricios... quién sabe!
de todos modos, si alguien quiere ir este fin de semana, que avise!

cuando recupere la cámara, subiré las fotos. y les cuento la historia de las zorras.
*esténse alerta, porque habrá fiesta.