casi que estoy más cerca de mi nueva partida que de mi regreso.

ya sé, no me digás, tenés razón...

desde que en medellín me ofrecieron contratarme para cantar tangos en un bar, me quedó picando la idea de cantar tangos por el mundo (sólo me falta el acompañante, cof cof). así que ayer fui a una "clínica" de canto de tango en el museo carlos gardel.
la supuesta clase era más bien una especie de karaoke temático, con un "maestro" (muy sabio por cierto) al teclado tocando todos los tangos habidos y por haber, y un grupo bastante ecléctico como alumnos-cantantes. maravillosamente ecléctico.
de unos viejos muy viejos, algunos encorvados y con bastón, brotaba una voz potente y clara. otros tantos ganaban con la interpretación... los menos, digamos unos tres, eran más jóvenes, pero le entraban al dos x cuatro sin reparos. y hasta uno con el uniforme fosforescente de cliba se despachó con un tangazo que me hizo poner la piel de gallina.
yo, para variar, canté los mareados, que es el único que me sé de punta a punta, y creo que no estuvo mal. lo mejor fue cuando al salir, el maestro me dijo: "muy bien, dale para adelante con el tango. y sino, dedicate a la cumbia villera, que con eso seguro que te llenás de plata".

una oveja de vuelta en el rebaño

mientras termino el champagne que quedó de la cena con mis amigas las chicas top, y escucho el cd que me regaló kika con "música que me pone de buen humor", escribo. estoy de regreso, sí, pero casi como que no, porque no hay rutina aún en mi vida.
madre me mandó un sms contándome que tiene trabajo para mí, para corregir. y yo me resistí, pero al final hoy actualicé mi cv y lo mandé. incluí un párrafo que dice:

Fotógrafa bien intencionada, perfeccionista ad honorem, cantante irrefrenable, danzante descarada, lectora empedernida, ecologista practicante, blogger compulsiva, cocinera apasionada, bon vivant amateur.

y tras leer eso, no creo que me llamen, pero mucho no me preocupa.

blogósfera

resulta que la inmensa mayoría de mis amigos, básicamente casi todos los que hice en los últimos cuatro o cinco años, los conocí por vías internéticas.
ponele chat, blogger, couchsurfing, twitter... ponele x. todo virtual, y sin embargo lo que más me gusta de eso es que hay un correlato en lo real. o sea, nos conocemos por la web, pero después nos vemos, nos escuchamos, nos juntamos, nos abrazamos.
el jueves cenamos con kika y juicy. y no me alcanzan las palabras para agradecerle a san interné por habernos cruzado en esta vida (aunque, la verdad, creo que nos conocimos en otra!)