martes, septiembre 13, 2011

Mea culpa

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Quedo para encontrarme con una amiga en plaza catalunya. Voy en una de esas bicis públicas que no anda muy bien. Llego tarde, es una obviedad.
Cuando dejo la bici, sin darme cuenta (claro que sucedió sin que me diera cuenta), atrapo la tira de mi cartera con la traba de la bici. Debo esperar al menos 10 minutos para poder pedir otra bici, y cruzar los dedos para que sea esa misma.
Mando un mensaje a mi amiga (cuya identidad reservo adrede) (?) que me está esperando ahí nomas, para que me acompañe en la espera.
Ella viene a mi encuentro. Cruza  la plaza justo a tiempo para encontrarse con su ex.


jueves, septiembre 08, 2011

sacale una foto

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cuando estuve en suecia fui a visitar a mi amigo mathias. nos conocimos en bangkok más de un año atrás y pegamos onda instantáneamente. unas dos semanas después nos reencontramos en el norte de tailandia, en pai, y viajamos juntos por un mes hasta ventiane, la capital de laos.
mathias tiene algo de filósofo, una mezcla intelectual - espiritual que lo hace muy reflexivo. piensa y dice cosas interesantes, y nuestros días juntos transcurrieron viajando lento y conversando mucho; escribiendo y leyendo, escuchando y cantando música, haciendo fotos y caminatas.
cuando lo visité en estocolmo, fue casi como cuando estábamos juntos de viaje: mucha paz, mucha charla y poco movimiento.
después de casi un año de viajar por el mundo, mathias regresó a su antiguo empleo, algo así como consultor en contaduría. un embole. y después de ver tanto, y haber hecho muchas fotos, decidió hacer una muestra con algunas fotos de su viaje.
cuestión que alguno le quiso comprar una foto, otro lo contrató para hacer unos retratos, y mathias debió inscribirse en la afip sueca. claro que ahí el monotributo no es moco de pavo, y debió presentar un plan de negocios a cinco años.
como buen sueco, mathias cumplió con el requisito. y se dio cuenta de que ese era un plan factible, así que decidió comenzar a dedicarse a la fotografía, con la idea de que en cinco años podrá dedicarse solamente a eso. maravilloso.
él siempre me decía que yo era una muy buena fotógrafa pero que debía tener una cámara de verdad, una reflex. yo le decía que me encantaría, pero que no estaba en mis prioridades.
ahora, mientras yo estaba de visita, como parte de su nuevo proyecto profesional, mathias resolvió comprarse una cámara nueva.y decidió regalarme su antigua cámara, una canon 400, con la condición de que nunca la use en modo automático.
yo no sé muy bien como se usa aún, pero de a poco voy aprendiendo (aunque todavía no subí ninguna de las nuevas, paciencia!).
por si fuera poco, mathias puso en su blog un post con mis fotos. y alguien me compró una!
así que no sólo tengo cámara nueva, sino que soy una fotógrafa paga. mirá vos!

si quieren ver el blog de mathias, hagan click acá.
si quieren ver una selección de mis fotos que hice a pedido de mathias, hagan click acá.




mi versión de mathias en el centro cultural de bangkok, tailandia.

martes, septiembre 06, 2011

paula melina barcelona

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estoy en barcelona, donde viví casi un año allá por el 2004.
desde entonces no había vuelto por aquí.
de pronto, me resulta extraño comprender todo lo que la gente dice a mi alrededor. hacía mucho tiempo que eso no sucedía. los carteles, los anuncios, las charlas en la calle, los murmullos de madrugada, las conversaciones por teléfono: una cantidad de información que para mí era simplemente ruido blanco, ahora se cuela a la fuerza por mis ojos y mis oídos.
aunque las mesas de los bares en la calle siempre están llenas, se notan ciertos efectos de la crisis económica: gente durmiendo en la calle, revisando la basura, me llegan como un eco lejano de la argentina de 2001-2002:
es extraño.
estar en barcelona es un poco abrir una puerta al pasado. a reencontrarme con otro yo que ya no soy. a descubrir los cambios, a reconocer lo que aún está.
el primer día hasta me dió un poco de miedo salir. y si en la calle me encontraba con aquella vieja versión de mí?
luego, ese día por la noche fuimos con carlos (mi amigo y host) a gracia, una especie de palermo lleno de bares que había sido mi barrio. le pedí que pasáramos por la puerta de mi antigua casa, en travesera de gracia. no podía recordar el número, ni la puerta. sólo que estaba cerca del mercado, donde nace el carrer de la virreina. a medida que nos acercábamos, mi memoria súbitamente comenzó a unir las piezas del recuerdo. las veía volar hacia mi mente como piezas de un rompecabezas, recomponiendo cada milímetro del espacio, cada gota de recuerdo.