sábado, marzo 26, 2011

cuestión de piel


mi encantador host en phnom penh, apenas llegar a su casa, me dio la segunda mejor noticia posible después de decirme que tenía un couch para mí. esto es, que tenía además una bici extra.
el sábado a la mañana subimos las bicis a un ferry, cruzamos el río mekhong y pedaleamos en un pueblo campesino mientras en la vecina orilla se asoman torres y hasta un casino.
el camino de tierra va festoneado de mangos rebosantes de frutos -verdes aún-. cada tanto vemos mujeres cosechando lemongrass, una hierba que saboriza muchos platos locales. después de un rato largo de pedalear al grito de "hello" brotando de casa en el trayecto, paramos a tomar un café con hielo y leche condensada, un clásico camboyano.
la señora del puesto nos da charla. bueh, yo de khmer no cazo una así que a la charla la veo pasar, pero mi host se desenvuelve con notable dignidad.
entiendo que están hablando de kampuchea (camboya en camboyano) y de mí. la señora me mira y hace gestos, se señala las muñecas y hace como que se cierra la camisa hasta el último botón. claramente me está indicando que debería usar mangas largas.
le pido traducción a mi host, aunque me imagino de que viene el tema: el color.
aunque en sihanoukville me tocó lluvia, los pocos ratos de sol me dejaron la piel como bronce reluciente. la mujer dice que yo casi parezco camboyana y está casi espantada de como puedo tener la piel tan oscura siendo western. sugiere fervorosamente que me cubra para conservarme blanca e inmaculada.
pregunta a mi host porque habla tan bien khmer, él explica que vive acá hace cuatro años. otra vez me mira, ¿cómo es que yo no aprendí nada? él explica otra vez que yo estoy en el país hace 15 días. la mujer no sale de su sorpresa: ¿cómo es que me oscurecí tanto en sólo dos semanas?

0 aportes al desconcierto general.: