martes, abril 20, 2010

las dos torres



nos fuimos de ko lipe 5 días después. costó dejarla, tan difícil de opacar.
llegamos a hat yai casi a las 6 pm, otra hat yai, sin la parafernalia acuosa y festiva de la visita previa. germán parte para el norte y yo todavía no decidí pero malasia está tan cerca que...
-a qué hora hay bus para kuala lumpur?
-a las 7.

no sé. voy a dar una vuelta mochila al hombro. este viaje es tan improvisado que casi no puedo improvisar, porque ni siquiera conozco los nombres de las ciudades. tomo un café frío, compro algo para la cena, vuelvo. diez minutos para las 7, véndame un boleto que me voy.

el bus era de los que hacía mucho no veía: aire acondicionado, dos pisos, tres hileras de asientos, una maravilla. aún está oscuro cuando descubro en el horizonte negro dos siluetas gigantescas: las torres petronas,diseñadas por el arquitecto argentino césar pelli y símbolo de la ciudad, se recortan en la niebla, encendidas como dos arbolitos de navidad descomunales. llegamos a kuala lumpur.
paramos en un lugar que no es una terminal sino más bien un estacionamiento. no tengo mapa, ni lonely planet, ni idea de donde estoy. la única turista que reconozco es una italiana que ya se está subiendo a un taxi, le pregunto a donde va, si conoce algún hotel.
responde que no conoce nada tampoco, va a casa de una amiga, que vaya también, que quizás me pueda quedar también ahí. me subo, viajamos, pago la mitad del taxi que no es barato, llegamos a un barrio residencial, una especie de country pero en vez de casas hay edificios, todo muy bonito. sale la amiga, no hay lugar, sorry, sorry, good night.
de pronto estoy sola en un estacionamiento en algún lugar de kuala lumpur a las 5 de la mañana y sin un miserable ringitt (la moneda local). bueno, sola no. está el señor de seguridad. me siento en un cordón, saco la netbook, hay wifi, abro mi casilla después de casi una semana, 388 mails sin leer.
llueve despacio y aún no amanece, el señor de seguridad me acerca una silla que ubica debajo del techo. me resguardo del agua, aviso que estoy viva, mando algunos couch requests y me quedo sin batería. los pájaros anuncian el fin de la noche, ya algunos autos empiezan a asomar las trompas encendidas.
me despido del señor, me indica dónde ir. camino hasta el fin de la calle, llego a una avenida, un chico espera en la esquina. le pregunto como puedo ir al centro, en verdad no tengo idea adonde ir tampoco, pero al menos en el centro debe haber una oficina de turismo, un cajero, un enchufe, un hotel.
responde en perfecto inglés que va a tomar un taxi a la estación de tren, y sugiere que haga lo mismo. me subo al taxi, le cuento que estoy viajando hace ya 10 meses, que llegué muy temprano y que no tengo un centavo. cuando bajamos me ofrece 5 ringitts (apenas más de 5 pesos). agradezco enternecida, no preciso dinero ajeno sino un cajero, ahí mismo hay uno, saco plata, saco pasaje al centro. me despido, viajo en un monoriel futurista entre edificios espejados. bajo donde me indican, la salida desemboca dentro de un shopping. todos los shopping malls del mundo se parecen, y en éste hay locales de prada, chanel, gucci, bla. busco infructuosamente un locker para dejar la mochila, abuso del baño impecable, compro algo para desayunar. salgo a la calle a buscar las torres. y descubro que justamente estaban sobre mí.
me alejo cruzando un parque, me siento a mirarlas. llueve. las puntas afiladas se hunden en la niebla.

más fotos, aquí.

3 aportes al desconcierto general.:

fran | 05 mayo, 2010 11:07

que loco todo esto :P
hay fotos de las torres?

beso p

p | 05 mayo, 2010 16:34

fran! lo pedís, lo tenés.
http://picasaweb.google.com/pdepli/201004KualaLumpur#

fran | 06 mayo, 2010 19:41

recontra ídola! :)

y me recontra copa que el google maps esté en...ese idioma que está.