domingo, noviembre 30, 2008

explorer

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el sábado fui a yotala, un pueblo a km de sucre. dos plazas, tres iglesias, un teatro, una estación de tren y hasta un río, caprichosamente escondidos en un simpático laberinto de callecitas empedradas.
con ímpetu explorador me metí por unas sendas del otro lado del río. de pronto la huella se disolvía en una escarpada ladera de piedritas sueltas que debía atravesar para retomar la senda junto al río. como indiana jones en busca de la agilidad perdida (si es que alguna vez existió...), me lancé a cruzar el tramposo terreno.
el resultado: variedad de raspones en profundidad y superficie.
volví a las callecitas y me senté en la plaza a mirar la gente pasar. no hay dudas, lo mío es la contemplación.

sábado, noviembre 29, 2008

gringo aquí

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excepto en el lavadero, donde al verme me dijeron "twenty four bolivianos", supongo que por cromáticas razones nadie me toma por gringa. hasta que salí a recorrer sucre con un aleman rubio de 2 mts. que está en mi hostel. es como llevar un cartel que dice "gringo aquí". vamos al mercado.
-de donde eres, amiga?
-de argentina.
-y tu marido también?
-sí, pero lo dejé allá. (?)
-y éste de donde es?
-de alemania.
-y es tu marido también? o no todavía?

viernes, noviembre 28, 2008

blanca y radiante

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tras varios días de frío atroz, decidí dejar atrás las highlands potosinas por el benigno clima de sucre.
y sucre... es tan tan tan hermoso!
rectas las calles pero ondulado el terreno, la "ciudad blanca" reluce bajo el sol. potosí pareciera ser cóncava, en cambio sucre parece ser convexa. además hay plazas verdes con pasto, ¡pasto! y árboles, y pájaros.
tras las portadas blancas de las casas coloniales se adivinan zaguanes frescos y patios arbolados, con fuentes y macetas con malvones... y yo no puedo resistir la tentación de meterme en todos ellos!
en una de esas intromisiones, me metí a ver un concierto de música clásica bajo las estrellas...

martes, noviembre 25, 2008

big in japan, big in potosí

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potosí tiene los techos de tejas y las calles empinadas, como una versión tercermundista de siena. tiene la gente callada y el mercado colorido, iglesias cada dos cuadras y muchos pero muchos colectivos.



los colectivos no son como los nuestros, no señor. son una especie de combi agrandada, en su mayoría japonesas, incluso con inscripciones en japonés en los lados.



no hay paradas: donde esté, el aspirante a viajero simplemente levanta el brazo cuando lo ve venir. y el boleto no se saca al subir, sino al fin del viaje. a decir verdad no hay boleto, se le da el dinero correspondiente al chofer y ya. confieso que más de una vez casi me bajo sin pagar... la costumbre.
y aunque en las ventanas dice: "1.20 bolivianos", te cobran uno. aparentemente porque no hay cambio, aunque no estoy muy segura.
de todos modos, lo más impresionante sucede al momento de bajar.
el viajero debe anunciar: "voy a bajar!" y ahí nomás el chofer se detiene.

lunes, noviembre 24, 2008

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hasta hace nomás un rato, el sol calentaba impiadoso las callecitas de potosí. inexplicable para mí, un granizo igual de impiadoso forma blancos montones aquí y allá.
por la manaña, aún arrastrándome, fui al mercado. no hay aquí supermercados, ni superchinos ni verdulerías, ni carnicerías. extraño modo de cumplir teorías liberales: todo pasa en el mercado. carne (no hay heladeras en ningún lado), ropa, relojes, verduras, fideos, jabones, hojas de coca, ropa, cosas de ferretería... los perfumes circundantes no colaboran con mi malestar; mejor salir.
averiguo por la visita a las minas. subir al cerro y luego bajar 5 niveles dentro de la tierra, durante una hora y media. no será hoy. se puede ir en bondi hasta la entrada de las minas, eso suena más factible.
parece que hay wifi en la plaza principal, aunque no conecta.
me cruzo con un pibe que para en el mismo hostel. hablamos de las minas, vamos mientras el granizo cae. una vez arriba del cerro rico, un nene de unos 10 años nos ofrece una visita guiada.
yo agradezco pero no puedo ir a ningún lado, mi compañero va.
y entonces se acerca.
-amiga, no quiere comprar unos minerales?
me enseña una caja con sus tesoros: plata, sulfalto de cobre, estaño, plomo.
me cuenta que tiene 17 y hace 10 años trabaja en la mina, pero que hay poco mineral. que muchos mineros se han ido, pero que él y su familia siguen viviendo en el cerro.
le pregunto por la escuela, dice que cuesta mucha plata, que son 11 hermanos, que no todos pueden ir.
pregunto entonces si quiere seguir trabajando en la mina. responde que quiere ser guía de turismo y aprender francés.
mientras ambos chapurreamos en francés, le ofrezco un poco de coca. pablo toma la bolsa entera. lo veo alejarse despacio y perderse entre los puestos.
ya no graniza, el cielo sigue gris.




domingo, noviembre 23, 2008

la pelota no dobla

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en la altura, y mi cabeza no funciona del mismo modo tampoco.
pensé que ya lo tenía dominado el asunto después de 3 días en la cordillera, pero esta mañana me desperté muy muy mareada. tanto que no me pude levantar hasta bien entrada la tarde. y únicamente para darme una ducha.
ya mismo me vuelvo a la cama.

sábado, noviembre 22, 2008

inmensidad

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imposible describir los paisajes que vi en estos tres días.
bolivia es bellísimo, árido, desierto. inmenso. inabarcable.

extraño todo. extraña yo también.

miércoles, noviembre 19, 2008

fugaz

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quizá juan pablo castel* tenía razón y todo tiempo pasado fue mejor. o quizá sea yo, que estoy malacostumbrada a que las cosas salgan mas o menos fácilmente.
tampoco es que estén saliendo mal, pero.-compañero de habitación que ronca, el bondi que quiero tomar acaba de irse, la lluvia justo cuando salgo a caminar.

tengo una leve sensación de desfasaje, como de estar levemente corrida de la coordenada espacio temporal que me corresponde. aunque no sé si existe tal cosa.
sin embargo, otra vez me sorprendo sonriendo sin motivo y esta noche vi dos estrellas fugaces.
quizá entonces sea eso estar en el lugar exacto en el momento justo. una coincidencia fugaz.

*personaje de "el túnel", de ernesto sábato.
acá en pdf.

martes, noviembre 18, 2008

inconsciente bicicletivo

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san pedro comparte la paleta rojiza que pinta todos los pueblos de la quebrada de humahuaca pero con un afán cazaturista trendy style digno de palermo soho. no se los puede culpar, hay gringos hasta debajo de las piedras.
la calle principal se llama caracoles y a lo largo de sus cinco o seis cuadras donde todos salen(imos) a dar la vuelta al perro, hay 4 tipos de negocios. restaurantes (uno más lindo que otro), cibers, agencias de viaje y, obviamente, locales de "artesanía", en un 99% importada de bolivia. además hay muchas, pero muchas, bicicletas.
hay varias cosas para ver en los alrededores. en un radio entre 3 y 50 km hay geisers, lagunas, montanas, valles y sitios arqueológicos. para todos, lógicamente, hay un tour que te lleva, te trae y te cobra. pero para algo estan las bicis...
alquilar una bici medio dia sale 3000 $, unos 20 pesos. nada mal. confiada en mi cotidiano entrenamiento, elijo una azul lindísima con suspensión. tiene cambios y la verdad es que no se como se usan, podría ser el momento de aprender.



14 km al valle de la luna suena más que factible. el del hostel me previene: la altura, el calor, el sol, las pendientes, el desierto.
a eso de las 2 salgo a "precalentar" y pedaleo 4 arenosos km hasta el pucará de quitor. no es facil, pero tengo resto. antes del gran desafio, vuelvo un rato al hostal, recargo agua y energia.
a las 4 y monedas salgo otra vez. empiezo con pendiente, pero ya casi domino los cambios. ruta, perfecto.
el camino se divide: 8 km al sitio arqueológico tulor, 10 al valle de la luna. se supone que debo llegar ahí al atardecer, tengo tiempo, sale tulor. ripio, ocho de ida, 8 de vuelta y al valle. que suerte que la bici tiene suspensión.
viento en contra. mucho. muchísimo.
sol en contra. pero cada vez menos.
juego una carrera contra el atardecer y tengo todas las de perder.
me lloran los ojos y temo que no es únicamente por culpa del viento. y aunque avanzo poco y nada, avanzo.
un cartel me esperanza, una subida atroz me espanta. dejo la bici,
dejo la ruta. trepo buscando el horizonte: más montañas, más subidas y el sol que se va. la escarcha salada que cubre el suelo se quiebra bajo mis pies.
y de pronto, en la montaña que sigue, diviso humanas figuritas doradas por el último rayo de sol.
emprendo el regreso. todavía me queda pedalear 14 km, en oscuridad creciente.


unplugged

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mañana a las 8 am y por los próximos tres días, me subiré a una 4x4 para cruzar a bolivia y recorrer unas lagunas de colores(?) hasta el salar de uyuni.
ergo, hasta el viernes estaré fuera de la civilización, o como sea que se llame donde hay interneg.

triste

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en el desierto no hay pasto donde se pueda caminar descalzo.

la dama del desierto

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-estás aburrida?
-no.
-yo sí.- dice ella y se acomoda al lado mío decidida a acabar con el silencio de la tarde. poco (por no decir nada) pasa en toconao, a 40 km de san pedro. vine hasta acá a pasar la tarde, pero el sol pega tan fuerte que la parada en la plaza es obligatoria.
ella atiende un local de artesanías justo frente al único banco con sombra. -no pasa nada.- repite por si hiciera falta para luego recitar las preguntas de rigor: de dónde soy, si viajo sola, por qué viajo sola, qué hago ahí qué hago.
hablamos de los turistas, del calor, de las moscas, de los mineros, de la bachelet y cristina, de la "recepción" económica, del membrillo, de su hijo que no le da bola y de su marido y sus hermanas en calama. se siente sola, dice. le pregunto porque no se muda a calama entonces. y responde que fue, que lo intentó, pero que no, ella es de aquí, de aquí nomás, del desierto, y aquí se queda.

lunes, noviembre 17, 2008

tres malas, pero

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desde ayer estoy en san pedro de atacama. es lindo, lindisimo, pero también caro, carísimo. encima he sufrido terribles avatares, tales como:

1. me olvidé la bombilla en purmamarca.
2. me retuvieron el pimentero en la frontera chilena.
3. no hay wi fi en ningun lado.

on the bright side,
1. el dueño del hostel donde estoy parando me prestó su bombilla (si, un chileno super amable que tiene mate).
2. pude pasar con casi dos kilos de yerba (todo sea por eugenia que me espera en cuzco!)
3. sigo escribiendo en la palm, así que cuando consiga wifi postearé todo junto y tendrán para leer hasta empacharse!

sábado, noviembre 15, 2008

me gusta jujuy cuando llueve

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despertar en jujuy a las 8 a causa del calor abrasador. desayuno y caminar.
me tomo el bondi a terma de reyes. la ciudad es bastante descolorida, pero una vez que salimos de ahí, el camino se envuelve de verde.
subsisten en los bondis jujeños las viejas boleteras de papel y, oh tranquilidad olvidada, no hacen falta monedas para viajar. la mano cargada de anillos dorados corta diestramente los boletos. el colectivero -clon de bombita rodríguez!- debe ser hijo del pueblo: para el todos son mami y papi.
justo antes de llegar empieza a gotear. bombita avisa que es el final del recorrido. él volverá a salir en 15 minutos, el próximo lo hará en una hora. gordas gotas bautizan el suelo, la temperatura desciende absurdamente. hago el intento de caminar. mientras comienzo a morir de hipotermia y con mi resfrío aun presente, noto que el bondi se pone en marcha. lo lamento por las termas y los reyes. me voy de vuelta a jujuy!

al final

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estoy posteando casi todo desde la palm. aunque los acentos y eso complican, es bastante fácil escribir y gracias a la ayuda del grande de nico tengo hasta google earth!

el tema es ver cuanto guai fai hay disponible en bolivia...

viernes, noviembre 14, 2008

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son las 8 de la noche y acabo de salir de salta con destino a jujuy. en realidad quiero ir a purmamarca, pero no sé si habrá algún bondi que me lleve. tampoco tengo reserva en ningún hostel, ni siquiera tengo la certeza de que haya alguno funcionando en esta época del año.
mi host salteño no podía alojarme esta noche y yo pensaba viajar más temprano, pero me colgué paseando por el cerro san bernardo (puedo imaginar las caras de algunos lectores pensando: "qué raro... colgada, vos?").
mientras la noche avanza sobre el cielo norteño y en el bondi pasan una peli paupérrima, estoy pensando si debiera haberme quedado en salta. sin duda hubiera sido más prudente, pero confío en la sietecolorida magia purmamarqueña.

...

el bondi se retrasó muchísimo y para cuando llegué a jujuy no había más pasajes a purmamarca. sin muchas opciones, caminé como una hora en espiral con la mochila a cuestas por las calles jujeñas, hasta encontrar un hostel.
ahora, despuntada la medianoche, estoy sentada en una vereda en la oscuridad casi absoluta.
sin embargo, no se extraña la luz. en el cielo brilla la luna llena.
mañana será otro día.

jueves, noviembre 13, 2008

salta, salta, salta pequeño jardín

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ya estoy en salta, primera parada de mi viaje.
quizá como consecuencia del viaje en tren, estoy bastante resfriada... estornudos, garganta rasposa y mocos. estaré somatizando la partida?
no conseguí pasaje para ir a atacama el jueves como quería y como por ahora estoy viajando con alguien más, tengo la sensación de que mis planes dependen demasiado de otros. quizá deba aprender eso, que no puedo controlar todas las variables, pero también creo que tengo que aprender a respetar lo que yo quiero hacer.
así que ahora mismo me iré a sacar el pasaje a atacama para el domingo. la idea es quedarme ahí uno o dos días y luego cruzar a bolivia. de paso aprovecharé para pasar dos días en el lugar donde nació pequeño jardín: la mágica purmamarca. ojalá pueda absorber algo de su paz de siete colores.

miércoles, noviembre 12, 2008

el viaje

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-pequeñas pinceladas sobre el trayecto retiro - tucumán-

a toda máquina avanza la formación, rechinando, domando la herrumbre adormecida en los rieles. el calor se solidifica sobre las pieles formando una masa en contacto con el polvo que entra a raudales por las ventanas. una particular densidad de niños conforma el pasaje. pies descalzos, mocos, galletitas, chillidos, gemidos, berridos cortan la monotonía del traqueteo trenístico. todo es felicidad, todo es expectativa.
pero las máquinas cada tanto se rebelan y un gruñido señala que hasta aquí llegamos. agoreros pronósticos indican que nos detendremos dos horas.

al final no fue tan terrible, no más de 30 minutos, excepto para la señora que se quedo abajo del tren intentando comprar vaya uno a saber qué.

paramos en la mitad del camino. todos bajan como en estampida, corren, se amontonan, se apresuran. el tren se demora más de lo previsto. y ahora sucede lo contrario: todos parados a su lado, expectantes.
al sonido del silbato, obedientes, subimos otra vez a la rugiente lata de sardinas.

cada puerta del pasillo tienen una ventana circular. a cada lado de la ventana, un hombre joven, un hombre viejo. el retrato de dorian gray.

de pronto tengo la extraña sensación de que el tren va para el otro lado, que voy al revés, al contrario de todo, que no voy, que vuelvo, que siempre estoy volviendo.

sábado, noviembre 08, 2008

ticket to ride

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40 y pocas horas me quedan de estadía en esta ciudad (es increíble lo melodramática que me he puesto con los años). ayer a la madrugada, recorriéndola en la bici con amigos, confirmé una vez más cuanto me gusta vivir acá a pesar de su ruidosa locura cotidiana.
ya tengo pasaje y destino inicial: el lunes a la matina salgo a tucumán en tren y derechito luego para la hermosa salta. llevo en la mochila algo de ropa, un par de libros, la bolsa de dormir, mis zapatillas recién compradas y hasta un par de ojotas havaianas que me regalaron: ya soy una chica top. aunque temo que se complique conseguir yerba luego y cargar todo al cuet, el mate no puedo dejarlo.
y tengo algunos nervios también. es extraño y hasta exagerado en algún punto, porque no es la primera vez que viajo. o quizás sea por eso mismo, porque no es la primera vez que viajo y sé que es lo que pasa cuando uno viaja: no vuelve.
puede volver físicamente, claro. pero nunca regresa tal como se fue. y si bien eso no es malo (más bien lo contrario), implica que uno debe, entonces, despedirse también de uno mismo.


el regreso nunca es fácil
y nunca es tal
porque no regresamos donde no estuvimos
no regresamos, porque cuando fuimos
nos dejamos un poco
y nos trajimos otro tanto
transformados

fragmento de"período de adaptación"
publicado en pequeño jardín