miércoles, enero 31, 2007

Aventuras en el subte: cuestión de tamaño


Andén del subte, 11.30. Señor alto esperando.
Llega la formación. Subo y detrás mío, el sr.
-AYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY!!
desgarrador, el grito del señor alto que no entra por la puerta, inunda el vagón y atrae todas las miradas. El pobre se agarra la cabeza... el espamento es tal que alguien le ofrece el asiento...
y yo no sé como aguantar la risa!

1 aportes al desconcierto general.:

Anónimo | 01 febrero, 2007 11:17

No debemos olvidar que los subtes (por lo menos, los de la línea B) están dimensionados a las escuetas anatomías de los orientales, lo cual muchas veces es incompatible con nuestras (a veces) generosas medidas.